Para que nada falle en una reforma es imprescindible saber antes de la obra cuáles son las necesidades concretas del proyecto y determinar todo lo que se tenga que hacer: la distribución de los espacios, las instalaciones, materiales, ventanas y puertas, equipamientos, estilo, colores, mobiliario, etc. Una vez lo tengamos bien definido en un proyecto, con los correspondientes planos y presupuesto, llega el momento de planificar y gestionar todos los trabajos que se tengan que realizar durante la obra: trabajos de derribos, albañilería, fontanería, electricidad, pintura, carpintería, etc. lo que requiere contratar y coordinar a la perfección todos equipos y empresas especializados en cada área, y hacer la compra de todo el material necesario en el momento adecuado. Para prevenir imprevistos y desviaciones de presupuesto lo más adecuado es acudir a un profesional que os ayude a diseñar el proyecto y a dirigir las obras.
